Qué emoción! vamos a hablar de la emoción!

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En pocas palabras:

A pesar de que no nos suelen educar sobre las emociones (de eso no se habla) ellas  son un elemento sumamente poderoso en la creatividad y en este post les cuento por qué. 

Si les gustó, déjenme su comentario al final. Me encanta saber qué sienten o piensan quienes me leen.

Al sumergirnos en el mundo de las emociones, encontramos un sinfín de bibliografía, investigaciones y teorizaciones al respecto. No pretendo en este breve artículo profundizar mucho sobre este tema, pero sí remarcar aspectos centrales de las emociones, dado que es un componente fundamental en nuestros procesos creativos. Básicamente no podemos hablar de creatividad sin pensar en las emociones, ya que éstas la determinan en un 100%.

Podríamos decir que una emoción es un estado afectivo que experimentamos junto a cambios orgánicos, de orden fisiológicos y endocrinos. Tienen un componente innato y también son influidos por la experiencia de cada un@.

La emoción es un proceso complejo, involucra muchas capas y en ellas se integran respuestas de orden:

Psicológico: las emociones alteran la atención, activan redes neuronales de la memoria.

Fisiológico: organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, en donde están incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del Sistema Nervioso Autónomo y la del sistema endocrino.

Conductual: las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno.

Al vivir una emoción se involucran una serie de actitudes, cogniciones y creencias sobre el mundo que nos rodea, y con esos elementos valoramos una situación, por ende las emociones afectan la forma en la que percibimos dicha situación.

Entre las situaciones y las emociones tenemos a nuestra cultura, nuestra experiencia, nuestras atribuciones, expectativas y pensamiento. 

Las emociones nos pueden llevar al éxito o, todo lo contrario, al fracaso. Pueden ser nuestras amigas o enemigas según cómo nos vinculemos con ellas.

Las emociones nos dicen cómo nos sentimos en cuanto a algo en particular, nos marcan hacia dónde mirar. Son reacciones ante los hechos. En sí mismas no son ni buenas, ni malas, son energía y lo que hagamos con ellas dependerá de cada un@. 

Son como un “sistema de alarma”, que nos señalan las cosas que son peligrosas o aversivas, y que por lo tanto debemos evitar, y las cosas que son agradables, y a las que debemos acercarnos.

Las emociones son un proceso psicológico que no se puede observar de manera directa, por lo tanto se pueden deducir de sus efectos y consecuencias sobre nuestro comportamiento. 

Las emociones, cuando son recurrentes, son el GPS que marcan nuestro camino, determinan nuestra conducta. Éstas tienen funciones adaptativas, sociales y motivacionales.

Función Adaptativa

Desde el punto de vista adaptativo, las emociones preparan al organismo para que responda eficazmente con la conducta exigida por las condiciones ambientales, movilizando la energía necesaria para ello, así como dirigiendo la conducta (acercando o alejando) hacia un objetivo determinado. 

El miedo por ejemplo, desde el punto de vista adaptativo, nos permite defendernos o huir de una situación de peligro. Se imaginan que sucedería si observamos pasivamente que se nos está cayendo un piano por la cabeza (un riesgo muy común sólo en las películas o dibujitos animados jaja) y en vez de corrernos para que no nos lastime, nos quedamos pasivos observando cómo se acerca hacia nosotros. (Para el tema del miedo te invito a que leas el texto sobre “Miedo a crear”).

Función Social

Desde lo social, una de las funciones principales de las emociones es facilitar la aparición de las conductas apropiadas, la expresión de las emociones permite a los otros predecir el comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un valor muy importante en los procesos de relación interpersonal.

Las emociones facilitanla la interacción social, controlan la conducta de los demás, permiten la comunicación de los estados afectivos, o promueven la conducta prosocial.

Función Motivacional

Desde lo motivacional, la relación entre emoción y motivación es íntima. Se trata de una experiencia presente en cualquier tipo de actividad que posee las dos principales características de la conducta motivada: dirección e intensidad. La emoción energiza la conducta motivada. Una conducta «cargada» emocionalmente se realiza de forma más vigorosa. Toda conducta motivada produce una reacción emocional y a su vez la emoción facilita la aparición de unas conductas motivadas y no otras.

La creatividad está totalmente vinculada a la motivación, por lo tanto podríamos decir que esta última función es la que más asocia a las emociones con nuestros procesos creativos. La energía es clave al momento de crear. Por ejemplo, para improvisar, idealmente hay un momento previo de calentamiento, como cuando hacemos actividad física, donde ponemos en movimiento tanto nuestros cuerpos, nuestras cabezas, como la conexión con con nuestrxs compañerxs, como para que al momento de pasar al escenario ya contemos con  la energía necesaria para que las historias fluyan naturalmente. 

El autoconocimiento es el recurso del que disponemos para saber más sobre nuestras emociones.

Las emociones comparten algunas características:

Son efímeras, son reacciones que duran unos 90 segundos! Sin embargo una inadecuada gestión de nuestras emociones (un enojo demedido, una tristeza profunda) pueden tener efectos mucho más prolongados que un minuto y medio.

¿Cómo se generan emociones de manera instantánea? A través de nuestros pensamientos. Por lo tanto, como las emociones están asociadas a determinadas ideas o creencias, éstas pueden reactivarse cuando aparecen esas ideas o creencias a las que están asociadas. Por ejemplo cuando nos enojamos con algo, una respuesta que nos desilusionó al mostrarle a alguien nuestro proyecto creativo, cuando recordamos lo que nos generó, o lo conversamos con esa persona, el enojo se reactiva.

Son contagiosas. Ya se que estamos sensibles con el tema de contagios. 

Las emociones se copian de persona a persona, por eso a veces escuchamos la expresión “se maneja una energía en ese lugar”.

Las emociones nos pueden poner bajo un dominio, sea en modo creativo en modo defensa. El enojo pone a nuestro cuerpo en modo defensa o huida y nos inhabilita para otras actividades, como comer, dormir, estar creativos.

Ahora bien, la mayoría de los problemas que percibimos no son peligros que atenten contra nuestra vida en forma directa. Hace miles de años debíamos estar atent@s de no ser presas de una fiera que acabase con nuestras vidas, esto no es algo que nos suceda en este momento del mundo. Aunque la pandemia del COVID se una amenaza real, no es la normalidad a la que estamos acostumbrados.

El modo defensa es operativo y necesario en caso de un peligro que amenazara con nuestra integridad física (por ejemplo con el tema COVID nos defendemos de la enfermedad con tapabocas, distancia social y lavado de manos, ya que nos da miedo contagiarnos).

Por último hay algo muy importante a tener en cuenta: los pensamientos suelen transformarse en hábitos, las emociones también. Por ende, si por ejemplo el enojo es la emoción que nos acompaña, eso termina instalándose en nuestras vidas y en ese caso nos aleja de nuestro poder creativo. Por eso te invito a que trates de tomar consciencia respecto de qué emociones suelen acompañarte en tu día a día y cómo ello te acerca o te aleja de tu proces creativo.

La pregunta de fondo va a ser:  ¿Cuál es el hábito que están fortaliciendo cotidianamente desde sus pensamientos?

Y tengan presente que la única hora, ¡ES AHORA!

Si te gustó lo que leíste, te invito a mirar este video de mi canal de Youtube


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