Hábitos que nos habitan

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En pocas palabras:

Hoy les quiero contar acerca de los hábitos; qué convierte a una acción en un hábito, cómo es que operan en nosotros y cómo nos determinan.

Si les gustó, dejenme su comentario al final. Me encanta saber qué sienten o piensan quienes me leen.

El asunto de los hábitos ha tomado mucha relevancia durante los últimos años. Hoy en día vivimos en un mundo donde el negocio de muchas empresas radica en captar nuestra atención y de esta manera mantenernos distraíd@s de nuestras metas mediante una proliferación exponencial de series y películas, notificaciones en el celular y un sinfín de contenidos digitales.

En ese sentido (y en muchos otros) los hábitos y las rutinas son dos recursos con los que disponemos a la hora de hacer avanzar nuestro proceso creativo.

Ahora, ¿qué es un hábito, cómo funciona y cómo nos determina?

Les cuento que las personas hacemos muchas cosas sin pensarlo, eso se debe a un tema adaptativo de nuestro cerebro. Las rutinas, al repetirlas, las convertimos en hábitos. Si dejamos a nuestro cerebro, el convierte a todas nuestras rutinas en un hábito. Los hábitos le permiten al cerebro descansar más seguido. Un cerebro más eficiente, no necesita espacio y eso permite que nuestra cabeza sea más pequeña, y facilite el momento del parto (menos mal!).

 

Los hábitos permiten que el cerebro se relaje y puedan aparecer nuevas ideas (ese tesoro que perseguimos mediante nuestros impulsos creativos). El cerebro siempre está buscando ahorrar esfuerzos (nuevamente Lita de Lázari se me viene a la cabeza). El instinto de ahorrar energía es muy adaptativo y muy beneficioso para la especie, el peligro es que el cerebro no discrimina entre hábitos buenos y hábitos malos, por lo tanto los hábitos malos siempre van a estar al acecho para emerger.

¿Cómo se compone un hábito? El hábito es un bucle de tres pasos, a saber:

La Señal

Es el detonante que le indica al cerebro que puede poner el piloto automático y qué hábito va a utilizar. Por ejemplo las notificaciones en nuestro celular, esas son una señal.

La Rutina

Puede ser física, mental o emocional. Siguiendo con el ejemplo del celular, la rutina sería controlar todo el tiempo si recibimos un nuevo mensaje.

La Recompensa

Ayuda al cerebro a decidir si vale la pena recordar en el futuro ese bucle en particular. Por ejemplo, recibir un mensaje en nuestro celular. El celular vibra por un nuevo mensaje, el cerebro entonces empieza a esperar el momento de distracción para abrir un nuevo mensaje, si esa expectativa no se cumple, nos ponemos ansios@s.

Es muy importante tener en cuenta que no se pueden eliminar malos hábitos, pero sí se pueden cambiar unos por otros, como las figuritas de un álbum.

¿Qué podemos hacer para establecer un nuevo hábito saludable, como por ejemplo dejar de estar pendiente de las series de Netflix y ponernos a hacer actividad física?

Primero, podemos establecer una señal: dejar preparada la ropa deportiva a la vista (para que nos mire con presión); y una recompensa: una comida rica o el estado de felicidad posterior a la actividad física. Ahora bien, únicamente cuando el cerebro empiece a esperar la recompensa, recién ahí, dejar preparada la ropa deportiva el día anterior, se convierte en un hábito.

Llevado al mundo de la creatividad la señal puede ser dejar a la vista una tarea pendiente que nos hará avanzar en nuestro proceso creativo, y la recompensa comer algo que nos guste mucho. 

Con el tiempo, este bucle de señal, rutina y recompensa se va haciendo más y más automático, y luego, la señal y la recompensa se superponen de forma tal que aparece el deseo o la expectativa. Y así nace el hábito.

Los hábitos son necesarios, de otra forma nuestro cerebro se cerraría ante pequeñísimas cosas de la vida cotidiana. Los hábitos permiten que hagamos cosas sin pensarlas, como por ejemplo cepillarse los dientes o ir al trabajo sin pensar el camino.

 

Ahora bien, en lo que respecta a los procesos creativos es muy importante tener rutinas que nos ordenen y nos permitan ir avanzando. Si dejamos todo a “la buena de Dios”, va a ser muy difícil que nuestro proyecto crezca. 

Los invito a que anoten en un papel qué hábitos tienen en su vida cotidiana y que en cada uno se pregunten: ¿este hábito me acerca o me aleja de mi proceso creativo? ¿Cómo puedo reemplazarlo? ¿qué señal puedo establecer para darle lugar a un nuevo hábito? ¿qué recompensa puedo establecer? 

Si les interesó este tema, los invito a que lean, si es que aún no lo hicieron, mi artículo ¿Cómo desbloquear la creatividad? Dónde podrán encontrar muchas acciones que pueden incorporar como hábitos para desarrollar su potencial creativo. 

Y tengan presente que la única hora, ¡ES AHORA!

Si les gustó lo que leyeron, l@s invito a mirar este video de mi canal de Youtube


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